top of page
Buscar
paginasatenea

Taxco. Entre cantera rosa y plata


En el estado de Guerrero, en una zona montañosa, muy cerca de Morelos, se ubica Taxco de Alarcón, una ciudad encantadora de estilo colonial, declarada Pueblo Mágico en 2002, que es conocida como la Capital Mundial de la Plata. Está edificada a lo largo y ancho de un cerro que, antes de la Conquista, se llamaba Tetelcingo, que significa “cerro pequeño”. A diez kilómetros de este punto, se encuentra lo que se conoce como Taxco el Viejo, que fue un asentamiento de la civilización prehispánica tlahuica.


De acuerdo con los historiadores, Taxco proviene del vocablo náhuatl tlachco, que significa “lugar del juego de pelota”, aunque algunas fuentes citan al término en cuestión como tlachtleco o tlachtlico. Por otro lado, el complemento de su nombre, “de Alarcón”, se le otorgó en honor al escritor Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza, un escritor novohispano, oriundo de este pueblo.


La belleza del sitio radica en sus construcciones de cantera rosa y en sus finas artesanías de plata, que son herencia de la fuerte actividad minera que se dio en tiempos de la Colonia, las cuales fascinan a propios y a extraños. Y es que, la plata de Taxco, hoy y desde hace siglos, es muy apreciada en el mundo.


Antes de la llegada de los españoles, dicho territorio y sus zonas aledañas eran asentamientos matlatzincas, chontales y tlahuicas, aunque, posteriormente, con la expansión del Imperio mexica, se convirtieron en provincias tributarias. Después de la Conquista, los europeos descubrieron que la región era rica en yacimientos de metales preciosos, de modo que, para tener un mayor control de su explotación, establecieron ahí sus residencias, fundando la ciudad de Taxco. Para 1529, su prosperidad era tal que ya se había posicionado como el centro minero más importante no sólo de Nueva España, sino de todo el continente; jerarquía que mantuvo durante el resto de ese siglo. Su economía provenía de tres principales reales de minas[1]: el de Tetelcingo, el de San Miguel y el de Acayotla.


Pero el prestigio platero de Taxco no se debe sólo a su riqueza de este metal en bruto, sino a los trabajos artesanales, como la orfebrería y la joyería, únicos en el mundo, que ahí se producen. El crecimiento de dicha labor, de siglos de tradición, se debió, en gran medida, a William Spratling, un estadounidense que llegó a México en 1929, se estableció en el pueblo e impulsó la industrialización y comercialización del artesanado.


Asimismo, José de la Borda, un hispano-francés que descubrió y explotó un fructuoso depósito de plata, gracias a lo cual se convertió en uno de los hombres más ricos de Nueva España, fue también un personaje importante en la historia de Taxco, ya que fue benefactor de muchos de sus monumentos, por lo que sitios importantes del lugar llevan su apellido, como el zócalo, denominado Plaza Borda, y un centro cultural, del cual le platicaremos más adelante.


Lo que no se puede perder

Los atractivos de Taxco incluyen monumentos, museos y paisajes naturales. Vale la pena dar una tranquila caminata por sus calles empedradas, comer en sus restaurantes y visitar las tiendas locales y casas de cultura; sin embargo, hay lugares tan representativos que no pueden faltar en su itinerario durante su paseo, por ejemplo:


La Iglesia de Santa Prisca

Es la edificación más emblemática de Taxco, que sobresale en cualquier postal. Su arquitectura es de estilo barroco churrigueresco; su fachada está cubierta con cantera rosa, y su cúpula, con talavera. Su construcción inició en 1751, por iniciativa de José de la Borda, quien les confió el proyecto a los mejores artistas de la época. Su intención era hacerle un regalo a Dios por todas las bondades otorgadas. Tardó siete años en terminarse, siendo su consagración los días 11 y 12 de mayo de 1759. Está dedicada a Santa Prisca, la patrona del pueblo, y, con sus 94.5 metros de altura, fue la obra más alta de todo el país hasta 1806. Su interior está decorado con acabados de madera, cubiertas de oro y pinturas que ilustran la Natividad o la Asunción de la Virgen. También aloja la Capilla de los Indios, a la cual asistían los indígenas y cuyos murales narran la historia de Santa Prisca.


Casa Borda

Fue otro proyecto de José de la Borda; la mandó edificar para que fuera la residencia de los párrocos de la Iglesia de Santa Prisca. Actualmente es la Casa de Cultura de Taxco, donde se imparten talleres y conferencias, y se llevan a cabo diversos eventos, como exposiciones de arte, presentaciones de libros y obras de teatro. También, en el mes de noviembre, como parte de la Feria Nacional de la Plata, se organiza el Concurso Nacional de la Platería, que premia las mejores propuestas artísticas hechas a base de este metal, en distintas categorías, como: joyería, orfebrería, escultura y nuevas tendencias.


Museo Guillermo Spratling

Se inauguró en 1976, después de la muerte de Spratling, como un homenaje a su compromiso y amor por Taxco, pues gracias a él se creó la industria platera. Exhibe parte de su enorme colección, que incluye artesanías de plata y piezas arqueológicas, ya que poseía cerca de 2 mil objetos de las culturas olmeca y mexica.


Museo de Arte Virreinal

Se le conoce también como Casa Humboldt, pues el naturalista alemán Alexander von Humboldt pernoctó ahí el 5 de abril de 1803, mientras se encontraba de visita por México. Una sola noche le bastó para quedar enamorado de Taxco. Tomó mediciones barométricas, midió la altura de la ciudad sobre el nivel del mar y en sus apuntes anotó que, junto con Jalapa, tenía el mejor clima del mundo; tales declaraciones incrementaron el prestigio del lugar a nivel mundial. Por tal motivo, el museo ahora lleva su nombre. Ahí se pueden apreciar imágenes de algunos códices prehispánicos, que explican las diferentes formas en las que se trabajaban los metales en aquel tiempo; asimismo, se exhibe parte de la colección de piezas originales de William Spratling, un auténtico traje de charro, un tablero de ajedrez, cuyas piezas representan el encuentro entre indígenas y españoles, y monedas de plata de la época. Además, a lo largo de 14 salas, presenta la historia de Taxco, información sobre la Iglesia de Santa Prisca y objetos litúrgicos.


Casa Figueroa

Recibe su nombre gracias a su último propietario, Fidel Figueroa, quien, en el siglo XX, la utilizó como estudio y museo para exhibir su obra pictórica de óleos y acuarelas. Actualmente es considerada un monumento histórico y está abierta al público, para quien desee conocer el trabajo del señor Figueroa, pero, sobre todo, adentrarse en el ambiente de tragedia que se oculta tras sus muros, pues, para su construcción, en 1767, se empleó el trabajo de los indios tlahuicas, quienes fueron severamente abusados y maltratados. Luego, a la muerte de su primer propietario, el Conde de la Cadena, uno de sus descendientes se adueñó de la casa y se mudó con su hija desde España, para que ésta no se casara con un hombre que no era de su clase. El joven enamorado los siguió desde Europa, con el fin de recuperar a su amada, pero el padre prefirió matarla antes que permitir el matrimonio. A finales del siglo XIX, una anciana adinerada también fue asesinada al interior, por un grupo de bandidos que pretendían robarle sus joyas. Por todos esos motivos, el inmueble fue conocido durante mucho tiempo como la Casa de las Lágrimas.


Cristo de Taxco


Es una escultura, de cinco metros de alto, similar al Cristo Redentor, de Brasil. Está hecha con 52 piezas de cantera rosa y posa sobre una base de 13 metros de altura. Se ubica en el cerro de Atachi, desde donde se puede admirar la bella ciudad de Taxco, con sus casitas de fachada blanca y techos con tejados.


Mina prehispánica de Taxco

Rica en oro, plata, zinc, plomo, pirita y cuarzo, se ubica en la profundidad del Hotel Posada de la Misión. No fue creada por los empresarios españoles, sino por los chontales, quienes la explotaron superficialmente antes de la Conquista. Permaneció oculta hasta el año 2013, cuando fue descubierta por accidente debido a los trabajos de remodelación de un bar del hotel, ya que los indígenas la escondieron para evitar que fuera profanada por los extranjeros. Hasta el momento, es la única mina prehispánica en Guerrero y la única en su tipo abierta al público en México, por lo que adentrarse en ella es una experiencia excepcional.


Teleférico

A una altura de 175 metros, ofrece otra perspectiva de la ciudad en un recorrido que dura aproximadamente cinco minutos. El acceso cuesta menos de cien pesos y parte desde el hotel Montetaxco.


A las afueras de la ciudad, existen otras atracciones, que permiten disfrutar del contacto con la naturaleza; por ejemplo, a media hora del centro, hacia el sur, se ubican las Pozas de Atzala, donde es posible refrescarse en siete cenotes y cascadas de agua color turquesa, rodeadas por abundante vegetación y enormes rocas, que hacen del sitio un espacio acogedor y lleno de calma. Hacia el norte se encuentran varios parques recreativos, en los que se pueden practicar diferentes actividades de ecoturismo, como caminatas, paseos en bicicleta de montaña, escalada, entre otras.


Mención aparte merecen las Grutas de Cacahuamilpa, una cueva de mil 600 hectáreas de superficie, ubicada a 30 kilómetros de Taxco. Su interior está dividido en 19 salones, que alojan esculturas calcáreas formadas por la filtración de agua carbonatada: se les llama estalagmitas a las prolongaciones que crecen desde el piso, y estalactitas, a las que surgen del techo. Ninguna es igual a otra y, según su figura, adquieren distintos nombres, como “el elefante”, “el beso” y “los tronos”. Además, hay dos ríos subterráneos: el Chontalcoatlán, de ocho kilómetros de extensión, y el San Jerónimo, de 12.


Cacahuamilpa es una palabra de origen náhuatl, que significa “sembradío de cacahuate”. En tiempos prehispánicos, la cueva era un centro ceremonial muy importante. Actualmente, es un museo natural, en el que, en ocasiones, se realizan eventos masivos, como obras teatrales y conciertos, para aprovechar su acústica.



Para cerrar, y para que se enamore más de este pueblo mágico, ¿sabía que la flor de nochebuena es nativa de esta región? Su nombre prehispánico es cuetlaxóchitl, y cada diciembre se organiza una feria en su honor. Además, en 2012, Taxco se incorporó al circuito internacional de Ciudades Luz del mundo, que reconoce la espectacular iluminación de los monumentos más importantes de las urbes. Ocupa el lugar 61, debajo de Bruselas, Hamburgo, Seúl y Shanghái.


[1] Se denomina real de minas a un conjunto de minas pequeñas de plata.

Comments


bottom of page