Desde que se celebraron por primera vez, en 1929, hasta nuestros días, cada año, los Premios Óscar dan de qué hablar, ya sea por las diferentes opiniones acerca de los nominados, por la expectativa de quiénes serán los galardonados, cuál se llevará la estatuilla a la mejor película según la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, por el debate de si debió ganar ésta o aquella, éste u otro intérprete, o bien, por eventos inesperados que acontecen durante la ceremonia. Algunos hechos se olvidan al poco tiempo o se quedan registrados simplemente como anécdotas, de las cuales hay que tener muy buena memoria para recordarlas, sin embargo, hay otros que trascienden y se convierten, depende de las circunstancias, en íconos o escándalos difíciles de olvidar. Ha sucedido de todo: caídas, discursos políticos, actos imprudentes y equivocaciones. Así que, nominados a los acontecimientos más polémicos en su historia, el Óscar es para...
Los grandes rechazos
Para algunos artistas, ganar un premio Óscar significa un gran orgullo, que suma prestigio a su carrera cinematográfica. Muchos anhelan hacerse de al menos uno, como Leonardo DiCaprio, quien estuvo nominado en cuatro ocasiones antes de, por fin, obtener el galardón como mejor actor en 2015, por El renacido. No obstante, hay a quienes no les ha interesado la estatuilla y se han dado el lujo de desdeñarla por distintos motivos, por ejemplo:
· Dudley Nichols
1936
Fue la primera persona en declinar el premio. El guionista ganó por su libreto para la película El delator (1935), dirigida por John Ford, pero su decisión de no aceptar la condecoración se debió a que, en ese momento, sus colegas hollywoodenses, presididos por él, estaban en huelga, tratando de formar un sindicato y de independizarse de la Academia; así que fue una forma pacífica de mostrar su desacuerdo hacia las condiciones en las que se encontraban. A pesar del incidente, fue nominado posteriormente en tres ocasiones más. Por su parte, el director de la cinta también rechazó la estatuilla, y no sólo lo hizo esa vez, sino que, a lo largo de su carrera, nunca acudió a recoger las otras seis que se le otorgaron.
· George C. Scott
1971
Antes de obtener el triunfo como mejor actor, había sido nominado en dos ocasiones, en 1959 y en 1961. En esa última, había manifestado su desprecio hacia los premios y lo que éstos representan, ya que los consideraba como una forma de competencia con sus colegas por ver quién era el mejor. Para él, cada interpretación era única y no podía compararse con otras, por lo que solicitó que anularan su candidatura, pues no recibiría el premio en caso de ganarlo. Aun con ese antecedente, la Academia volvió a nominarlo y lo eligió campeón en 1971, por su protagónico en la película biográfica Patton (1970), en la que interpretó a George Smith Patton Jr., un general estadounidense de la Segunda Guerra Mundial. Cumpliendo su advertencia, ni siquiera se presentó al evento, así que quien lo recogió por él fue el productor de la película.
· Marlon Brando
1973
Resultó galardonado a mejor actor por su papel de Vito Corleone, en la primera película de la trilogía de El padrino (1972), sin embargo, brilló por su ausencia en la ceremonia, y, en su representación, asistió una nativa norteamericana de la comunidad apache, llamada Sacheen Littlefeather. Cuando el presentador mencionó el nombre de Marlon Brando, la mujer subió al podio, esquivando las miradas de desagrado y sorpresa de los asistentes, se rehusó a recibir la estatuilla y dio un breve discurso en el que explicaba que el actor rechazaba el premio como protesta por la forma denigrante en la que la industria del cine retrataba a los indios y por el maltrato que sufrían por parte del gobierno de Estados Unidos.
· Roman Polanski
2003
La Academia le concedió el galardón a mejor director por su trabajo en El pianista (2002). Aunque, propiamente, no lo rechazó, el realizador francés no pudo viajar a Estados Unidos para recogerlo debido a que, desde 1977, tenía problemas con la justicia de ese país, luego de que se le encontrara culpable de haber agredido sexualmente a una menor aquel año. Su triunfo artístico también se vio opacado con la polémica que causaba el debate sobre si era correcto que un violador fuera reconocido. Cinco meses después, Harrison Ford, quien fue el encargado de presentarlo en la ceremonia, le entregó personalmente el premio, en Francia.
Otros artistas que no le dan importancia alguna a la gala y prefieren hacer cualquier otra cosa antes que asistir a ella han sido: la ya fallecida actriz Katharine Hepburn, nominada 12 veces, cuatro de ellas, ganadora, y el actor, director, guionista y músico Woody Allen, que ostenta más de 20 nominaciones y cuatro óscares.
Los casos de discriminación
En pleno siglo XXI, la discriminación de todo tipo continúa siendo un problema social grave, que ha sido protagonista, en varias ocasiones, de las ceremonias de los Óscar, y no precisamente por ser la temática de las películas premiadas. Basta con recordar que la época de oro de Hollywood, entre los años 40 y 60, fue, al mismo tiempo, la cúspide de la segregación racial, que sufrieron artistas como:
· Hattie McDaniel
1940
Fue la primera persona de raza negra en ganar un Óscar, el cual se le concedió en reconocimiento a su interpretación de la criada Mammy, en Lo que el viento se llevó (1939). Pero eso no fue suficiente para olvidarse del pensamiento segregacionista de la época, pues, aunque se le permitió acudir a la ceremonia, en ese entonces celebrada en el hotel Ambassador, en Los Ángeles, ella y su acompañante fueron obligados a sentarse en una mesa apartada de las de sus colegas blancos y ubicada en la parte posterior del lugar.
· Sidney Poitier
1964
Ganó la estatuilla dorada a mejor actor por su trabajo en Los lirios del valle (1963). Su compañera de reparto, Anne Bancroft, de raza blanca, se sintió tan emocionada por el logro de Sidney que lo felicitó con un cariñoso y espontáneo beso en la mejilla. Se trató de un acto que, en ese tiempo, fue considerado como irrespetuoso y nada aceptable, por lo que pasó a la historia con el título de “el beso prohibido”.
· Secreto en la montaña (2005)
2006
La cinta, dirigida por Ang Lee y protagonizada por Heath Ledger y Jake Gyllenhaal, narra la historia sobre la relación íntima que surge entre dos vaqueros encargados de cuidar el ganado de la montaña Brokeback. Estaba nominada al Óscar como mejor película y era la favorita de profesionales y aficionados; todas las apuestas confiaban en que se llevaría el premio, sin embargo, perdió ante Alto impacto (2005). Muchos críticos cuestionaron el resultado, sugiriendo que la Academia le había negado el triunfo a Secreto en la montaña debido a que tocaba el tema de la homosexualidad.
2015
El escándalo no se suscitó precisamente en la gala, sino que fue un movimiento virtual que intentaba presionar a los miembros de la Academia para que seleccionaran a los nominados en todas las categorías bajo una perspectiva objetiva y sin juicios discriminatorios. El hashtag surgió en Twitter, en 2015, inmediatamente después de que se dieran a conocer los 20 candidatos a mejor actor y actriz, tanto principales como de reparto, pues coincidía que todos eran blancos. Además, ninguna mujer había sido considerada en las categorías de dirección o guion. Las exclusiones fueron muy evidentes, ya que el actor David Oyelowo no fue tomado en cuenta a pesar de su magnífica interpretación de Martin Luther King Jr. en Selma: el poder de un sueño (2014), al igual que la directora de la cinta, Ava DuVernay. El movimiento resurgió en la edición de 2016, pues la historia volvió a repetirse.
Los discursos de paz
Pese a ser un evento de entretenimiento, en más de una edición, los artistas han aprovechado el espacio como un medio efectivo para transmitir mensajes antibélicos o compartir su opinión política, tal como lo hicieron:
· Robert Opel
1974
Cuando el actor y escritor británico David Niven estaba hablando, previo a la presentación de los nominados y ganador a mejor película, detrás de él, apareció corriendo, desnudo y haciendo la seña de amor y paz, el fotógrafo estadounidense Robert Opel. Su intención era apoyar y reivindicar a la comunidad gay. Todo sucedió en apenas tres segundos y, luego de algunas bromas al respecto, la gala continuó con normalidad.
· Bert Schneider
1975
Fue el productor del documental Hearts and minds (1974), el cual trataba sobre la Guerra de Vietnam, un conflicto que había iniciado en 1955 y seguía vigente, con las tropas estadounidenses en el país asiático. Cuando Schneider subió al podio para agradecer que su material ganó como el mejor en su categoría, utilizó el tiempo para criticar la situación y para lamentarse de que, mientras ellos estaban tranquilos, disfrutando de ese evento, muchas personas inocentes sufrían al otro lado del mundo. Unos comentarios bastante atinados, considerando la temática de su documental, sin embargo, sus palabras no fueron bien recibidas, especialmente por los grupos más nacionalistas.
· Susan Sarandon, Tim Robbins y Richard Gere
1993
Era el turno de mencionar a los nominados y ganador por mejor edición. Susan Sarandon y Tim Robbins entraron al escenario para hacer lo propio e iniciaron su plática de una forma directa y contundente, saliéndose del guion. Cabe mencionar que, en esa edición, todos los asistentes portaban un prendedor de listón rojo en apoyo a la lucha contra el SIDA. Así que los presentadores aprovecharon la ocasión para, en 26 segundos, hacer un llamado al gobierno de los Estados Unidos, para que admitiera en su país a los 266 haitianos que estaban detenidos en su base militar de Guantánamo sólo por ser positivos al VIH, como si eso se tratara de un crimen. Al productor de la gala, Gil Gates, le pareció incorrecta, imprudente e irrespetuosa la intervención de Sarandon y Robbins, por lo que decidió vetarlos para las futuras ceremonias.
Unos minutos más tarde, el micrófono fue para Richard Gere, para entregar el premio a mejor dirección de arte. El actor se valió de la influencia y popularidad que gozaba gracias a su papel en Mujer bonita (1990) y de que cerca de un billón de personas estarían viendo el programa, para arremeter contra el gobierno chino, por sus prácticas de control hacia su población y la opresión que ejercía sobre el Tíbet, invitando a Deng Xiaoping a retirar sus tropas del lugar. Al igual que sus colegas, estuvo vetado de las galas posteriores durante 10 años.
· Gael García
2017
Al momento de presentar a los nominados por mejor corto animado, el mexicano emitió unas palabras en contra de la política antimigrante de Donald Trump y el muro que pretendía construir en la frontera de Estados Unidos y México: “Estas historias son entretenidas y poderosas como cualquier película con actores vivientes... Los actores de carne y hueso son trabajadores migrantes. Viajamos por el mundo, construimos familias, construimos historias, construimos vidas que no se pueden dividir... Como mexicano, como latinoamericano, como trabajador migrante, como ser humano, estoy en contra de cualquier tipo de muro que nos quiera separar". Los aplausos se escucharon en seguida y algunos de los asistentes se pusieron de pie.
Lo inesperado
Ni siquiera un evento como este, por más planeado y ensayado que esté, se salva de los acontecimientos imprevisibles; algunos, cómicos; otros, polémicos, pero que, sin duda, lo hacen inolvidable. Ejemplo de ello fueron los protagonizados por:
· Ciudadano Kane (1941)
1942
Dirigida por Orson Welles, es considerada, por muchos, como la mejor cinta de toda la historia del cine de Hollywood, ya que marcó un antes y un después en la forma de hacer películas; es una enciclopedia cinematográfica, con juego de luces, cámaras, enfoques y transgresión a las normas establecidas, que innovó en el arte de la dirección, el uso de banda sonora y estructura cronológica. Estuvo nominada al Óscar en nueve categorías, de las cuales, ya se había coronado en la de mejor guion original, y se esperaba que también lo hicera en la de mejor película. Era la gran favorita, sin embargo, perdió ante ¡Qué verde era mi valle! (1941), lo que generó desconcierto y sorpresa entre los expertos.
· Barbra Streisand y Katharine Hepburn
1969
Ese año, ambas intérpretes empataron en la decisión de la Academia para elegir a la mejor actriz, con 3 mil 30 votos; Barbra Streisand, nominada por Funny girl (1968), y Katharine Hepburn, por El león en invierno (1968). La resolución fue más sencilla de lo pensado, el premio se le otorgó a Streisand, ya que su contrincante, como mencionamos anteriormente, no gustaba de asistir a las galas, por lo que no estuvo presente.
· Marisa Tomei
1993
Sabemos que elegir a los ganadores, por muy imparcial que sea, sigue siendo un acto subjetivo y siempre habrá algo de controversia con respecto a las decisiones finales de la Academia; no obstante, el caso más escandaloso sobre un galardonado que, en opinión de muchos, no merecía la estatuilla es el de Marisa Tomei, que, hasta la fecha, continúa catalogado como inexplicable y como fraude. Ganó como mejor actriz por su papel en Mi primo Vinny (1992), superando a Judy Davis, Joan Plowright, Vanessa Redgrave y Miranda Richardson. Según los expertos, cualquiera de ellas pudía haber ganado, pero no Marisa, ya que la calidad de su actuacion estaba muy por debajo de la de sus colegas. Existe la teoría de que hubo una equivocación, pero simplemente, con el fin de guardar la compostura, la Academia no quiso aceptar su posible error y dejó pasar el hecho.
· La La Land (2016)
2017
El filme, dirigido por Damien Chazelle y protagonizado por Ryan Gosling y Emma Stone, estaba nominado a mejor película, junto con otros ocho, entre ellos, Barreras, La llegada, Moonlight y Mánchester junto al mar. Los encargados de nombrar al ganador eran Warren Beatty y Faye Dunaway. Luego de mencionar a los contendientes, Warren abrió el sobre, sacó la tarjeta y la leyó en silencio. Después, volvió a mirar dentro del sobre, como si estuviera buscando algo más; volteó a ver a su compañera, miró la tarjeta otra vez y hurgó nuevamente en el sobre. Se le veía nervioso y, con un tono dubitativo, mencionó: “El Óscar es para...”. Con inseguridad, le entregó el sobre y la tarjeta a Faye; ella la leyó y pronunció el nombre de La La Land. Todo el equipo de producción de la película subió al escenario. Jordan Horowitz, uno de los productores, tomó el micrófono para dar su agradecimiento; luego, le cedió la palabra a sus colegas Marc Platt y Fred Berger. Mientras éste último estaba hablando, detrás de él se suscitó cierto movimiento y susurros; algo había sucedido y estaban tratando de averiguar qué era. Se veía a un miembro del staff, revisando el sobre que le habían dado a Warren y a Faye. Al cabo de unos segundos de desconcierto, Horowitz anunció que había ocurrido una confusión, que la cinta ganadora era Moonlight y mostró a la cámara la papeleta, para que no quedara duda alguna. Warren explicó después que, cuando él leyó la tarjeta, ésta decía: “Emma Stone, La La Land”, por eso dudó en decir el resultado, pero después asumieron que esa debía ser la cinta ganadora.
¿Qué otros momentos memorables o escandalosos recuerda?
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