Entre finales de los años 50 y principios de los 60, Emilio Azcárraga Milmo, propietario del Club América, tenía la firme intención de que México fuera la sede de la Copa Mundial de 1970. Guillermo Cañedo (presidente del club) le sugirió construir un gran estadio, que, además de servir como casa del América, representara un proyecto innovador y atractivo para que la FIFA le concediera a nuestro país organizar el Mundial del 70. La primera piedra fue colocada en 1962, bajo la dirección de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares Alcérrea, en un extenso terreno del barrio de Santa Úrsula, Tlalpan, al sur de la CDMX. Su diseño incluía un techo volado, el cual permitiría que los espectadores tuvieran buena visión sin importar desde qué punto se encontraran, además de que los protegería de las lluvias o el sol.
La obra fue inaugurada el 29 de mayo de 1966, con una ceremonia, seguida del primer encuentro futbolístico ahí disputado: un partido entre el Torino (Italia) y el América. El primer gol hecho en el Estadio Azteca tuvo lugar en el minuto 10, a favor del equipo mexicano. El recinto tiene una capacidad para más de 114 mil espectadores sentados, cuenta con 800 palcos exclusivos y una tribuna dividida en tres niveles.
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