Tapalpa es una población jalisciense que pertenece al municipio del mismo nombre; se encuentra al suroeste del estado de Jalisco y colinda con los municipios de Atemajac de Brizuela y Chiquilistlán, en el norte; con San Gabriel, al sur; con Sayula, Amacueca y Techaluta, al oriente; y Tonaya, al poniente.
Los orígenes y fundación
La historia del pueblo cuenta que, durante la época prehispánica, Tapalpa era parte del señorío de Tzaollan, en donde el gobernador era Cuantoma. Éste se enfrentó a otros señoríos de la zona, hasta que fue derrotado y su poblado se volvió vasallo del gobernador de Colima. Cuando llegaron los españoles y se enteraron de la situación, el conquistador Alonso de Ávalos Saavedra se dirigió a Cuantoma y le ofreció su ayuda para liberar a su pueblo del señorío de Colima, objetivo que logró, sin embargo, el costo a pagar fue alto. El pueblo de Tapalpa se volvió tierra del virreinato, por lo que no tardaron en llegar los evangelizadores, quienes ayudaron a que los pobladores se adoctrinaran, para ser sometidos por los españoles.
Hoy en día, el pueblo de Tapalpa, que significa “tierra de colores”, le da la bienvenida a sus visitantes, con el aroma de pinos, robles, encinos y flores frescas que se dan en la región. De igual forma, en el ambiente, se percibe el olor a leña quemada, la cual mantiene cálidos los hogares del lugar. Como el bosque es abundante en la región, la mayoría de las producciones artesanales de Tapalpa son hechas con madera, por lo que es normal encontrar varios adornos tallados y muebles. De hecho, hay artículos, como canastas, sombreros y sopladores, que están hechos con las agujas del pino.
Tapalpa se incorporó al programa de Pueblos Mágicos en el año 2002, gracias a sus bellezas naturales, sus lugares históricos y su arquitectura. Además de que este poblado conserva un ambiente provinciano, que atrae a los turistas, por su calma, también, es posible disfrutar el lugar por sus tradiciones, sabores y clima fresco, ya que tiene una temperatura media de 16 °C, lo que hace posible que la gente disfrute de los hermosos paisajes naturales, sin problema alguno.
Sitios para deleitarse
Hay varios lugares para visitar en Tapalpa; de hecho, se puede realizar un recorrido básico en el que se puede ver el Centro Histórico, las casas típicas y los templos. También, es posible conocer la historia de algunas industrias icónicas que, ahora, son ruinas arqueológicas, como la Fábrica de Papel y la Fundidora, y visitar sitios que se encuentran en comunidades cercanas al pueblo. Para las personas que disfrutan más las actividades al aire libre, está el Salto y la Presa del Nogal, la Hacienda La Media Luna, Las Piedrotas, el Ekopark y el Parque Natural Los Frailes.
Si se opta por visitar el Centro Histórico, lo que notará a primera vista es que las calles están empedradas y que combinan armónicamente con los portales tradicionales, y verá que las casonas tienen marquesinas y balcones de madera. Los establecimientos que se encuentran alrededor proporcionan una gran variedad de productos de la región, como artesanías y exquisiteces típicas; inclusive, en uno de los lados de la plaza, se halla el Mercado Municipal. Y no lejos de ahí, se puede admirar la Casa de la Cultura y el Jardín Escultórico, en donde se pueden apreciar las obras de arte de Sebastián y Alejandro Colunga.
El Templo de San Antonio de Padua es el monumento más importante de Tapalpa, ya que es el más antiguo de la localidad, y está frente a la Plaza Principal del pueblo. Su construcción empezó en el siglo XVII, por orden de los frailes franciscanos que se encontraban en la región, para evangelizar; hasta el día de hoy, se conserva el piso original de mezquite. Al interior, está un museo de arte sacro, en el que se exhiben piezas utilizadas en la religión católica desde hace, aproximadamente, cuatro siglos. A un lado del templo, se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Otro lugar que vale la pena para tomarse el tiempo de admirar es la Hacienda La Media Luna, pues su particular encanto de soledad y calma han sido escenario para motivar la inspiración de uno de los novelistas más importantes de México, Juan Rulfo. Esta hacienda se encuentra a tan sólo 10 minutos de Tapalpa, en la comunidad de Lagunillas. La historia del lugar dice que fue ahí donde Rulfo imaginó a Pedro Páramo cabalgando por esas tierras. En la actualidad, es posible practicar pesca deportiva, para atrapar alguna tilapia o lobina en la laguna que está frente a la hacienda.
Bajo el concepto de actividades al aire libre, una de las mejores opciones es ir al Valle de Las Piedrotas, también conocido como el Valle de los Enigmas. En este lugar, hay un conjunto de piedras de gran tamaño, cuyo origen es desconcertante, porque nadie sabe cómo llegaron hasta allí. Entre las teorías que circulan, está la que señala que esas piedras, en realidad, son meteoritos que cayeron hace millones de años; otra argumenta que se tratan de formaciones que emergieron de la tierra y han sido el aire y el agua los elementos encargados de esculpirlas. Y aunque, tal vez, no haya una pronta respuesta a este misterio, lo cierto es que, para apreciar mejor la postal, es recomendable subir a ellas, para ver el paisaje desde lo alto. Además, como el lugar está rodeado de espacios naturales encantadores, las vistas son realmente espectaculares.
Otro espacio natural que no se puede dejar de ver es la Cascada El Salto del Nogal. Con una caída de agua de 105 metros, es la cascada más alta del estado. Además de su impactante belleza, está rodeada de un bosque que ofrece senderos para realizar agradables caminatas o, para los más aventureros, practicar deportes extremos. Para llegar aquí, se tiene que realizar una caminata de unos 40 minutos, ejercicio que resulta fácil mientras se contempla la flora de la sierra, como son las bromelias y cosmos, entre otras especies.
Para los amantes de la adrenalina, está Ekopark, un desarrollo ecológico que se encuentra a menos de 10 kilómetros de Tapalpa. Una de sus mayores atracciones son las nueve tirolesas, que realizan un circuito aéreo que desciende un cañón; cada una, con una distancia diferente, que va desde los 50 hasta 300 metros de longitud, aunque todas, a una gran altura. En este mismo parque se pueden realizar otras actividades, como gotcha, para llevar a cabo una intensa guerra de pintura; escalada y rapel en árbol, ya que se puede subir a alguno de los dos árboles más altos del bosque, es decir, trepar a una altura de más de 20 metros; atravesar por puentes colgantes, los cuales son estrechos y se encuentren entre las copas de los árboles, a más de 25 metros de altura; senderismo, para quienes sólo buscan desconectarse de la rutina y encontrar la calma que ofrece el bosque; y, por último, subirse al Ekolumpio 360, la atracción más reciente, la cual consiste en un columpio, de nueve metros de altura, que permite poder dar giros de 360°.
Regresando a las actividades para hacer en el centro de Tapalpa, se pueden comprar diversos artículos en el Mercado del Artesano, el cual se encuentra justo al lado de la plaza principal; ahí, se pueden adquirir suéteres, gorros tejidos y variedad de objetos hechos de papel, con técnicas de floripintura. De hecho, los artesanos de Tapalpa practican una variedad de técnicas artísticas, como la alfarería, talabartería, mueblería y textiles, pero una que llama la atención es la que se hace con ocochal, que es un pasto del bosque, que sirve como materia prima para la elaboración de paneras, tortilleras, fruteros, alcancías y otras hermosas artesanías.
Finalmente, no se puede ir de Tapalpa sin haber probado sus platillos típicos, y el mejor, presumen, es el borrego al pastor. Es probable que su exquisito sabor se deba a las naranjas que se usan para marinar la carne, o puede que sea porque lo preparan con leña de encino, ingredientes que no se encuentran en otros lugares; o es probable que su sabor se deba a un poco de ambas. Para el desayuno, están los tamales de acelgas o las enchiladas, que se pueden comprar fácilmente en el pueblo. Y, como postre, se debe probar el pegoste de durazno, un dulce típico de Tapalpa, que es más espeso que la mermelada.
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