El clavel o también llamado clavelina (Dianthus caryophyllus, que significa ‘la flor de los dioses’ o ‘flor celestial’) es una de las flores más representativas en el mundo de la botánica y la floristería; es famosa por su resistencia, su impresionante diversidad de colores y su fragancia. Ha sido cultivado y apreciado desde tiempos antiguos, que, con su bella presencia, adorna tanto jardines como hogares, y, además de tener un significado profundo en múltiples culturas, es una planta que cuenta con propiedades medicinales y estéticas.
Esta flor está asociada al mes de enero, siendo un símbolo de nuevos comienzos, amor y vitalidad al iniciar el año. De igual manera, tiene un importante papel en el contexto religioso y cultural. En el caso del cristianismo, se asocia con la Virgen María, y algunos relatos cuentan que el clavel creció de la tierra donde ella derramó sus lágrimas por Cristo. En la Edad Media, el clavel era considerado un símbolo de la Virgen, de modo que se le atribuía un significado de pureza y protección. La Virgen de los claveles (en italiano, La Madonna dei garofani) es una pintura de la época del Renacimiento, atribuida al artista italiano Rafael Sanzio, que data de entre 1506 y 1507, en la que se aprecia a la Virgen María, cargando al Niño Jesus y dándole unos claveles.
Características botánicas del clavel
El clavel es una planta herbácea perenne, que pertenece a la familia Caryophyllaceae. Es originario de la región mediterránea, aunque, hoy en día, se cultiva en todo el mundo, especialmente, en Europa, América del Norte y Asia.
El clavel puede alcanzar entre 30 y 50 centímetros de altura, dependiendo de la variedad y las condiciones de cultivo; sus hojas son estrechas, alargadas y de un color verde grisáceo, dispuestas de manera opuesta en el tallo; sus flores son grandes y de forma carnosa, con pétalos rizados o dentados. Los claveles pueden presentarse en una amplia gama de colores, desde los más intensos, como el rojo, el naranja y el rosa, hasta tonalidades más suaves, como el blanco, el lila y el amarillo, existiendo alrededor de 250 especies. El clavel, también, tiene una característica fragancia dulce, lo que lo hace aún más apreciado en el mundo floral.
Florece, generalmente, en primavera y verano, pero algunas variedades, en específico, las de cultivo en invernadero, pueden florecer durante todo el año. Su longevidad, combinada con su resistencia, convierte al clavel en una opción popular tanto para arreglos florales como para jardinería en macetas.
Esta flor no sólo tiene un valor ornamental y simbólico, sino que, de igual manera, posee diversas propiedades medicinales y es ampliamente utilizada en la cosmética y la aromaterapia.
Significado según su color
Rojo: Simboliza el amor, la admiración y el orgullo. Al igual que en las rosas, los claveles de este color son los preferidos para regalarle a la persona amada.
Amarillo: Aunque este color se asocia a la felicidad, un clavel amarillo no tiene nada que ver con dicho sentimiento, sino, por el contrario, su significado es negativo, ya que representan el dolor, la desilusión o el desprecio.
Blanco: Refieren a un amor puro e inocente. Se pueden usar como obsequio al declarársele a una persona o para un amigo o miembro de la familia muy especial, como un hijo, los padres, los hermanos o los abuelos.
Rosas: También simbolizan el amor maternal o fraternal hacia la mujer, por lo que suele dárseles a las mamás, las abuelas o las hermanas.
Propiedades medicinales
Antiinflamatorias y antioxidantes: Se deben a que el clavel contiene flavonoides y ácidos fenólicos. En la medicina tradicional, esta flor se ha utilizado para aliviar dolores musculares y articulares.
Digestivas: El aceite esencial de clavel, también, se ha utilizado en infusiones para mejorar la digestión y aliviar problemas estomacales, como la indigestión o el malestar gástrico.
Relajantes y calmantes: Se cree que el aceite esencial de clavel tiene efectos relajantes sobre el sistema nervioso, lo que lo convierte en una excelente opción en aromaterapia, para reducir el estrés, la ansiedad y fomentar la tranquilidad.
Uso en cosmética: El aceite esencial de clavel, igualmente, es utilizado en la fabricación de productos cosméticos, por sus propiedades antibacterianas y antimicrobianas. Se incluye en algunos jabones, cremas y productos para el cuidado de la piel, debido a su capacidad para ayudar a combatir infecciones leves y promover una piel sana.
Aromaterapia: En este rubro, el aceite esencial de clavel es altamente valorado por sus beneficios terapéuticos. Su aroma cálido y especiado ayuda a mejorar el estado de ánimo, aliviar la tensión y aumentar la relajación, con masajes musculares. Además, se cree que el aceite esencial de clavel puede ayudar a mejorar la circulación y aliviar dolores leves.
Por lo anteriormente descrito y más, el clavel es una flor que ha trascendido siglos y continentes, acumulando una rica historia de simbolismo, usos medicinales y aplicaciones decorativas para el jardín. Su resistencia, variedad de colores y significados la hacen una planta selecta, además, la convierten en una flor atemporal que continuará fascinando por sus características, belleza y sus propiedades.
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