Podrían tener plomo, un elemento muy tóxico para el cuerpo
Seguramente, en su cocina o en la de la mamá, la tía o la abuelita, hay algún recipiente de barro. Si es el caso, de igual manera, lo más probable es que sepa o haya escuchado que antes de cocinar en él, éste se debe curar, para ayudar a cerrar los poros del barro y, así, evitar que la cazuela u olla se agriete y, por lo tanto, dure más, y prevenir que los alimentos adquieran sabor a arcilla.
Para realizar dicha curación, existen diversos métodos, como dejar remojando el recipiente de barro en agua fría durante toda la noche y, luego, frotar un diente de ajo por el interior y exterior, para, después, llenarlo con agua y un chorro de vinagre, y ponerlo a hervir, sólo por mencionar uno.
Pero antes de pensar, siquiera, en cocinar en una olla o recipiente de barro y en algún procedimiento para curarlos, lo primero que se debe considerar es si es viable manejar alimentos o bebidas en ellos, ya que, al ser productos artesanales de alfarería vidriada, pueden estar elaborados con barnices y esmaltes a base de plomo, lo cual, se ha demostrado que es perjudicial para la salud tanto de los consumidores como de los artesanos que los fabrican.
Al esmaltado a base de plomo que suele tener este tipo de artesanías se le denomina “greta”. Dicha técnica comenzó a hacerse popular en México durante la primera década del siglo XVI, ya que era una manera más eficiente de impermeabilizar las piezas en comparación con las formas tradicionales prehispánicas, además de que los efectos tóxicos del plomo no se conocían a profundidad ni se presentaban de inmediato. De hecho, la primera vez que se advirtió en nuestro país sobre los peligros de este elemento fue hasta 1878, en el artículo Envenenamiento lento por plomo en los habitantes de Oaxaca, donde el autor, el doctor Gustavo Ruiz Sandoval, indicaba que causaba inflamación de abdomen, vómitos, diarreas, rectitis, entre otros padecimientos.
Daños a la salud por exposición al plomo
Debido a su alto peso molecular y a sus características químicas, el plomo es un metal extremadamente tóxico, a cualquier concentración dentro del organismo, que daña los sistemas, órganos y tejidos del cuerpo, además de que obstruye procesos metabólicos.
Los daños a la salud que se pueden presentar por la exposición al plomo a través de ingerir alimentos o bebidas contenidos en recipientes de barro vidriado con plomo o al inhalarlo son:
· Problemas neurológicos: Pérdida de memoria, depresión, enfermedad vascular cerebral, disminución del coeficiente intelectual, alteraciones de la conducta, déficit de atención e hiperactividad y problemas de la función motora y neurosensorial.
· Problemas del corazón: Hipertensión y cardiopatías.
· Daños endocrinos y renales, disminución de la función pulmonar, problemas reproductivos, inmunológicos, hematológicos, hepáticos, gastrointestinales y cáncer. Altera la integridad de la membrana celular, el metabolismo de la vitamina D y la transcripción del ADN.
· En niños y adolescentes: Propicia la pubertad tardía, genera anemias, disminución del crecimiento óseo y muscular, y desnutrición, ya que hay deficiencia de calcio, hierro y zinc.
· En embarazos y bebés: Altera la madurez fisiológica del feto y propicia la disminución de peso y talla al nacer, además de dañar el desarrollo neurológico.
¿Mi olla de barro tiene plomo?
Existen diferentes métodos para saber si su recipiente de barro está hecho con esmalte de plomo.
Vinagre blanco: Es la técnica más utilizada, por ser rápida y sencilla. Se debe llenar con vinagre blanco una parte considerable del recipiente y dejarlo así durante 24 horas. Después de transcurrido ese tiempo, retirar el líquido y observar la superficie del recipiente que estuvo en contacto con éste. Si se puso rasposa, perdió el brillo y se hizo una capa blancuzca, significa que el recipiente sí contiene esmaltes a base de plomo, por lo que debe evitarse su uso, especialmente, para manipular y contener alimentos.
Rodizonato de sodio y vinagre: Mezclar 10 ml de vinagre blanco con un poquito de rodizonato de sodio; luego, humedecer un hisopo con la solución y frotar, con éste, la superficie esmaltada de la vasija o pieza de barro. Si el hisopo se torna color rojo, indica que hay presencia de plomo.
Vinagre y yoduro de potasio: Hacer una mezcla de 100 ml de vinagre blanco con 100 ml de agua, verterla en el recipiente de barro y ponerlo a hervir durante 10 minutos. Posteriormente, dejar enfriar la solución, pasarla a un vaso y agregar una pequeña cantidad de yoduro de potasio. Si la solución adquiere una coloración amarilla, quiere decir que el recipiente posee esmaltes de plomo.
Cada vez, menos plomo
Desde que las autoridades sanitarias de nuestro país comenzaron a ser conscientes de los daños a la salud que causan los esmaltes de plomo en la alfarería, a principios de los años 90, empezaron a tomar acciones para modificar las técnicas y los materiales usados en ese tipo de artesanías, en beneficio tanto de los consumidores como de los fabricantes.
El Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART) es una institución que se encarga de diseñar e implementar programas de desarrollo, promoción, comercialización y regulación del trabajo artesanal de nuestro país. En 1993, el gobierno federal le encargó a dicho organismo la responsabilidad de buscar soluciones para preservar la tradición de la alfarería, evitando el uso de barnices a base de plomo y sustituirlos por opciones libres de este metal.
En 2016, se estipuló la NOM 231, que indica los niveles permisibles de ciertos metales en los esmaltes para su uso en piezas para procesar alimentos hechas de alfarería, cerámica y porcelana vidriada, de modo que no representen un peligro para la salud de artesanos ni de consumidores. El rango estipulado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) es de máximo 0.5 pb miligramos por litro.
Por su parte, la FONART se ha encargado de difundir talleres y cursos de actualización entre todos los artesanos del país, acerca de las técnicas de cocción de cerámicos en hornos de gas, en lugar de los de leña, y de loza vidriada sin plomo. En la actualidad, la mayoría de los artesanos y alfareros barniza sus piezas con un esmalte compuesto de caolín y de sales, que ya no es tóxico. De igual manera, los talleres y las artesanías libres de plomo cuentan con un distintivo oficial emitido por la Cofepris, para que el consumidor pueda tener la garantía de que el producto que está adquiriendo no contiene dicho metal y puede usarlo para alimentos.
Aun así, pueden existir algunos otros que se niegan al cambio o a dejar sus costumbres y tradiciones, por lo que continúan usando esmaltes de plomo. Por ello, ya lo sabe, antes de ocupar un recipiente de barro para fines de alimentación, por su salud, verifique si está libre de plomo.
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