Aunque la vacunación contra el COVID-19 ha significado un gran avance para hacer frente a la pandemia, los científicos de todo el mundo continúan trabajando para encontrar otras alternativas que ayuden a erradicar el virus o a evitar la muerte de más personas.
Este es el caso de Paola Castillo Juárez, una científica mexicana del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien desarrolló un biofármaco para inhibir la replicación del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad que ha aquejado a la población mundial desde 2020. El medicamento aún se encuentra en la fase de prueba, pero, según las muestras recolectadas de pacientes enfermos, éste contrarrestó el virus, mostrando más del 90 % de efectividad.
Los péptidos, la base de todo
El IPN informó que el fármaco en cuestión fue desarrollado a partir del diseño de cuatro péptidos (pequeños fragmentos de proteínas), los cuales, una vez sintetizados, probaron tener una alta eficiencia contra la replicación del coronavirus.
La doctora Castillo, quien también es experta en virología e inmunología por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), destacó que los péptidos se diseñaron mediante herramientas bioinformáticas, en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). “Comprobamos que un beneficio más de los péptidos es que no son citotóxicos para la célula e inhiben la replicación viral. De acuerdo con resultados, al contar las unidades formadoras de placa lítica (virulenta), observamos que disminuyen el título viral, además de impedir el desarrollo de inflamación, la cual está relacionada con el daño multisistémico”, detalló.
Asimismo, señaló que “los resultados son sorprendentes, debido a que las moléculas desarrolladas se enfocan en secuencias conservadas de las partes de la proteína del SARS-CoV-2, las cuales no cambian aun cuando el virus mute y dé origen a nuevas variantes”.
La siguiente fase del proyecto
Se considera que la alta eficacia que demostró el biofármaco representa una alternativa viable para el tratamiento del COVID-19, así que, en breve, se iniciarán los trámites de la patente.
El medicamento aún se encuentra en la fase de prueba, pero, gracias a los buenos resultados obtenidos hasta el momento, se continuará con los estudios in vivo, es decir, con animales. Si éstos son favorables, el fármaco podría entrar en una fase de prueba en humanos a principios de 2022. Adicional, iniciarán las evaluaciones con la variante Delta, la cual es de mayor transmisión y actualmente está presente en 92 % de los casos, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Investigadores y especialistas en medicina aseguran que tendrá la misma eficacia, ya que está elaborado con una base péptica que actúa directamente sobre el sistema de replicación del virus, atacando una función específica del mismo. Esto, sin duda, supone un gran avance, porque, sin importar si se trata de SARS-CoV-2 o una de sus variantes, el medicamento podrá erradicarlo.
Fuente: www.ipn.mx
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