La boca y todos sus componentes forman parte importante del sistema digestivo, siendo el punto de partida para la absorción de los diferentes nutrientes que ingerimos a través de la comida, por lo que, si no se encuentra sana y en buen estado, puede ocasionar otros problemas de salud importantes, como enfermedades cardiovasculares y cardíacas. Por esta razón, es preciso que se realicen correctamente las acciones de cuidado y limpieza bucal, tales como:
Consumir alimentos saludables
Existen algunos alimentos que contienen nutrientes que son fundamentales para la salud bucal, sobre todo, las frutas y verduras, las cuales es preferible consumir, al menos, cinco veces al día. También, son recomendables los cereales, las raíces, tubérculos, plátanos, hortalizas, leguminosas verdes, carnes rojas, pollo, pescado y huevo.
Es importante incluir alimentos crujientes, como la manzana, la zanahoria y el apio, ya que esto estimula la producción de saliva, que es fundamental para neutralizar los ácidos que causan las caries, además de que ayuda a mantener la boca húmeda y evitar la sequedad.
Los productos lácteos, como la leche, el queso y el yogurt, son ricos en calcio y fósforo, que son nutrientes importantes para la salud de los dientes y los huesos.
Por otro lado, beber té verde provee de antioxidantes y polifenoles, que previenen las caries y reducen la inflamación de las encías. Sin embargo, éste no debe sustituir la ingesta de agua, la cual es importante para mantener hidratada la mucosa de la boca y disminuye la presencia de gingivitis, además de que elimina las partículas de comida que quedan en la cavidad bucal.
Higiene correcta
Una buena higiene bucal está conformada por cuatro factores importantes:
· Cepillado
· Uso de hilo dental
· Uso de enjugue bucal
· Consultar regularmente al dentista
Se debe cepillar los dientes, al menos, dos veces al día o después de cada comida. El proceso de cepillado debe durar, mínimo, dos minutos y debe hacerse con una pasta dental que contenga flúor y con un cepillo de tamaño y suavidad adecuados. Deben cepillarse todas las superficies de los dientes, tomando en cuenta la parte interna, la externa y la cara oclusal de los molares, que es la superficie de masticación, sin olvidar cepillar la lengua, el paladar y la zona interna de los cachetes, para eliminar bacterias y evitar el mal aliento.
De igual forma, es importante utilizar el hilo dental, para quitar la placa dentobacteriana y restos de comida que quedan entre los dientes; sin embargo, éste debe usarse con cuidado, para evitar dañar las encías. El enjuague bucal es un complemento útil para la higiene, pues ayuda a matar las bacterias y mejora el aliento; al igual que la pasta dental, también, se recomienda elegir uno que contenga flúor.
Es importante acudir con el dentista, al menos, dos veces al año, para una limpieza más profunda y profesional y un examen dental completo, ya que es importante prevenir la aparición de caries o, en su defecto, identificarlas a tiempo y evitar que éstas empeoren y deriven en otros problemas odontológicos.
No fumar y evitar el consumo de alcohol
El cigarro y el alcohol son una de las principales causas del mal aliento persistente; además, causan manchas de color amarillo o marrón en los dientes, siendo algunas irreversibles. Por otro lado, incrementan el riesgo de que se desarrollen enfermedades de las encías, ocasionando inflamación, sangrado e, incluso, pérdida de los órganos dentales.
Estas dos sustancias son dos de los principales factores de riesgo para el desarrollo de cáncer oral, que puede ser mortal si no se detecta ni se trata a tiempo. Asimismo, ocasionan sequedad bucal, incrementando la prevalencia de caries y otras enfermedades estomatológicas.
Autoexploración bucal
Las revisiones bucales ayudan a detectar oportunamente enfermedades bucodentales, como caries, inflamación de las encías, llagas o aftas en la boca, entre otros problemas, previniendo que éstas empeoren al motivar la búsqueda de ayuda inmediata de un dentista u odontólogo.
Las autoexploraciones bucales periódicas permiten conocer mejor la salud bucodental propia; para ellas, se emplea el tacto y la verificación del aspecto de los dientes y encías. Al resaltar las zonas de la boca que requieren un mayor cuidado durante el cepillado o el uso del hilo dental, el autoexamen de la boca, también, puede ayudar a mejorar la higiene bucal.
Es importante prestar atención odontológica especial a la población vulnerable, como son las embarazadas, los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónico-degenerativas.
Durante el embarazo, se presentan cambios hormonales que pueden incrementar el riesgo de desarrollar alteraciones y enfermedades bucales, como: gingivitis, caries, erosiones dentales y, en menor proporción, granulomas piogénicos, los cuales son pequeñas protuberancias que, generalmente, aparecen en las encías, son dolorosas y pueden llegar a sangrar con facilidad. Además, es importante que se controle el vómito, ya que éste puede dañar el esmalte de los dientes debido al ácido gástrico que contiene; es recomendable que se enjuague la boca, con agua, después de vomitar y esperar, al menos, 30 minutos antes de cepillarse los dientes.
En el caso de los niños, es importante que se les eduque de forma temprana sobre la salud bucal; esto incluye que se les explique cómo deben cepillarse correctamente los dientes y encaminarlos a que se les vuelva un hábito. Se debe limitar el consumo de alimentos y/o bebidas azucaradas, para prevenir las caries. Adicionalmente, se pueden utilizar selladores dentales, que son una capa protectora que se aplica a los molares, para evitar que aparezcan caries o ralentizar su evolución.
Por último, para los adultos mayores y las personas con enfermedades crónico-degenerativas, se recomienda tener mayor cuidado en la higiene bucal cuando hay presencia de cualquier tipo de prótesis dental (fija o removible, total o parcial, e implantes), manteniendo buenos hábitos, como el uso de hilo dental, el cepillado correcto y pasta de dientes con moderación. Es fundamental complementar los cuidados dentales con una dieta saludable, actividad física y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
Cuando se tienen prótesis removibles, ya sean parciales o totales, éstas deben retirarse de la boca todos los días, ya sea por la noche, para ir a dormir, o en momentos puntuales durante el día, para dar a los tejidos naturales de la boca la oportunidad de recuperarse de la presión que ejercen sobre ella.
Recuerde que el cuidado general de la salud comienza por la boca.
Comments