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¡Alerta! La Tierra se está oscureciendo



Nuestro plantea es un cuerpo celeste que no posee luz propia; sin embargo, visto desde el espacio, en medio de la oscuridad, se puede percibir que irradia un brillo. Esto es posible gracias al albedo, es decir, la capacidad de la Tierra de reflejar la luz que recibe del Sol, con ayuda de las nubes, los océanos, los bosques y las masas de nieve.


En condiciones normales, la Tierra refleja anualmente, en promedio, el 30 % de la luz solar que le llega. No obstante, una investigación, cuyos resultados fueron publicados en Geophysical Research Letters, el boletín de la Unión Geofísica Americana, evaluó la reflexión de luz entre 1998 y 2017, y concluyó que el albedo terrestre disminuyó considerablemente en ese tiempo, reflejándose, ahora, medio watt menos por metro cuadrado, puntualizando que el descenso más pronunciado se dio en los tres últimos años del período estudiado, es decir, de 2015 a 2017.


También, se reportó que tal pérdida de brillo no está relacionada con las variaciones periódicas y normales que ocurren con la luz del Sol, lo que indica que el factor responsable de la misma se encuentra en el propio planeta: el calentamiento global. Dichas afirmaciones se sustentan en la prueba de que los elementos naturales que apoyan en la reflexión óptica terrestre se han reducido, como son los grandes depósitos de agua, los glaciares y las hectáreas de bosques. Por ejemplo, el mismo estudio indica que, con ayuda de medidores satelitales, se percibió una gran ausencia de nubes de baja altura en la parte más oriental del océano Pacífico, la misma zona en la que se han registrado aumentos en las temperaturas de la superficie del mar, ocasionados por la reversión de una condición atmosférica, llamada Oscilación decadal del Pacífico, la cual, a su vez, está relacionada con los cambios climáticos que sufre el planeta debido a la contaminación.


Cada vez son más frecuentes los informes de este tipo, que reportan lo dañada que está la Tierra; éstos, además, vienen acompañados de otras evidencias, como desastres naturales más frecuentes y devastadores. Nuestro planeta está pidiendo ayuda a gritos; debemos escucharlo. ¡Aún estamos a tiempo de salvarlo si hacemos caso de todas las recomendaciones que se nos han dado para cuidar y conservar el medio ambiente!

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