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Agricultura regenerativa

Actualizado: 8 nov


La promesa de un cambio climático

 




Una importante ausencia de lluvia, altas temperaturas que resultan sofocantes, jacarandas que florecen cuando no es su momento, pérdidas considerables de cultivos a causa de la carencia de agua, y la erosión como el deterioro del suelo son amenazas que avanzan, aunque lentamente, en varias zonas de México. El enemigo a vencer: el cambio climático, un peligro que ha venido dando pasos sosegados pero eficaces, sin retroceder ni un poco. De él, se había advertido desde hace más de cuatro décadas, en diversos foros mundiales, pero, en aquel entonces, las noticias se consideraban como “exageraciones ecologistas”. Hoy, no existe excusa alguna, pues vivimos sus consecuencias todos los días.

 

A esta serie de problemáticas ─o, mejor dicho, sus efectos─ debe sumársele la afectación provocada por el mal tratamiento del suelo con fines de cultivo o la ganadería. Asimismo, la sobreproducción se coloca entre los primeros lugares como uno de los motivos que ha llevado al desastre climático. Es natural pensar que, a raíz de una mayor demanda, sea requerida una mayor producción. La ecuación parece estar hecha así: el sector agrícola necesita redoblar esfuerzos para abastecer a una población humana y ganadera, sobre todo, para que esta última la consuma y, más tarde, se convierta en el alimento de las personas. En este sentido, sería válida la tesis de que el sector agrícola está sobrepasado. En este caso particular, la oferta no puede competir con la demanda.

 

Tres son los ejes que deberían preocuparnos como las secuelas de una sobreexplotación agrícola:

 

Repercusión al medio ambiente: El exceso y mal tratamiento del suelo con estos fines llevaría a su infertilidad. A una mayor cantidad de hectáreas infértiles, razonablemente, se verían afectadas la flora y fauna, y, con ello, se lastimarían ecosistemas, que, pese a su independencia, están interconectados por la propia naturaleza. En síntesis, los efectos devastadores se resumen en extinción de plantas y animales, además de la contaminación del agua.

 

Poca salud y bienestar social: La continuidad de esta sobreproducción ni siquiera lograría abastecer la demanda social, por lo que muchas comunidades, sobre todo, las más vulnerables, tendrían aún más limitaciones respecto a su acceso a comida y agua. Estas mismas comunidades, así bien, de igual manera, se verían afectadas por enfermedades causadas por residir en localidades ubicadas en la periferia, donde difícilmente suele llegar la ayuda médica. Lo anterior, sin considerar el perjuicio de los gases invernadero que sigue provocando esta industria; es decir, una muy mala calidad del aire.

 

Impacto económico: La ley de la oferta y la demanda tiende a traer conflictos cuando la segunda sobrepasa a la primera; es decir, cuando existen más personas que requieren algún producto y su producción no da abasto. Lo que sucede entonces es que la mercancía se encarece. Naturalmente, no se refiere a un solo producto, sino a varios de ellos, lo que motivaría a que la canasta básica incremente aún más, conduciendo a que, cada vez, menos personas puedan costearla, maximizando los niveles de pobreza y desigualdad social.

 

Agricultura regenerativa, una nueva propuesta



Definida, por primera vez, en la década de 1980, por el Instituto Rodale, la agricultura regenerativa es un proceso que se centra en preservar el ecosistema del suelo, mediante la conservación de su biodiversidad, para reducir su contaminación. Esto es la suma de técnicas que potencian la recuperación de los suelos degradados, el aprovechamiento del agua y la retención de la diversidad de plantas, insectos y otros microorganismos, con el fin de que la tierra sane, o bien, pueda recuperarse rápidamente.

 

Dicho de otro modo, la agricultura regenerativa es la suma de actividades de cultivo inteligente, que: 1) facilitan la restauración de los suelos usados con fines agrícolas, y 2) buscan generar el menor impacto posible en ellos. Esto se logra a partir de las siguientes técnicas:

 

Agroforestería: Esta técnica tiene el principio de impulsar la sinergia entre la flora y la fauna, al colocar al cultivo y a los animales en el mismo espacio, lo que produce que estos últimos se alimenten de la hierba y ésta aproveche el excremento del ganado. De manera contundente, este mecanismo se asemeja al ciclo natural que se ha venido interrumpiendo por la intervención humana.

 

El uso de pesticidas no químicos: La agricultura regenerativa se avala, sobre todo, de pesticidas no químicos que traen más beneficios que aquellos que sí cuentan con diversas sustancias dañinas para resultar útiles, lo que, con el tiempo, compromete la fertilidad del suelo, el clima y la salud de los consumidores finales.

 

Líneas clave: Esto implica el análisis topográfico para establecer la ruta que tendrá el agua, para distribuirla de manera homogénea, sin que se vea afectado ningún cultivo.

 

La utilización de composta: Esto permite incrementar la capacidad fértil del suelo, así como su retención del agua, previniendo la erosión a futuro.

 

La rotación de cultivos: Como su nombre lo indica, esta práctica intenta rotar a partir de dos o tres cultivos en una zona determinada, con el propósito de que se recuperen los nutrientes del suelo exigidos por un solo tipo de cultivo. Con esta práctica, también, se interrumpen ciclos de plagas por un cultivo específico y, dada la variedad, se reintegra la diversidad.

 

El uso de maquinaria especializada: El tractor común utilizado para el arado daña el suelo, ya que su uso intensivo en la tierra, sumado al viento y a la lluvia, termina por erosionar el terreno. Por ello, se invierte en la siembra directa, con “sembradores de discos”, con los cuales se escarba, siembra y cubre casi inmediatamente.

 

En el contexto catalán, en 2016, comenzó el proyecto Polyfarming, liderado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, que es un programa dedicado a recuperar una finca abandonada en Girona, España, mediante la agricultura regenerativa. Después de cinco años de aplicación, se obtuvieron grandes resultados, que se sintetizan en una forma adecuada de enfrentar el cambio climático y resarcir el abandono rural. Dado el éxito de su proyecto, se publicó el Manual del Sistema Polyfarming, un compendio que reúne las herramientas, técnicas y estrategias para la planificación, ejecución y seguimiento de la agricultura regenerativa.

 

De manera similar, el proyecto AlVelAl es una asociación que trabaja, también, por la restauración de fincas agrícolas, además de ofrecer talleres formativos y asesoramiento técnico, con la finalidad de informar y educar sobre la agricultura regenerativa.

 

Otros proyectos o instituciones que persiguen objetivos similares son el AgriCaptureCO2, Kiss the Ground, Savory Institute, Instituto Rodale y Regeneration International, que optan por la difusión de la información, guía para implementación y uso de nuevas tecnologías relacionadas, precisamente, con la actividad agrícola regenerativa.

 

¿Qué ventajas tiene la agricultura regenerativa?

 



Hasta la fecha, y en virtud de avances de prueba y error, se han encontrado siete beneficios importantes de la implementación de esta alternativa, no sólo a nivel del mismo cultivo, sino, también, a nivel climático.

 

·       Reducción de las altas temperaturas: Si bien, ésta es una ventaja mediata, la premisa es simple. Gran parte del CO2 es absorbida por el suelo y, al encontrarse éste erosionado, es natural que dicha absorción no se haga correctamente y produzca que el calor aumente. Por lo tanto, al tener un mejor trato de la tierra, ésta podrá absorber mejor las altas temperaturas, ofreciéndonos un clima más templado dentro de varios años.

 

·       Optimización del agua: Como solución a otro de los grandes problemas de nuestro siglo, la agricultura regenerativa, aplicada de una forma estratégica, tendría como beneficios un menor y mejor uso del agua, con lo que se espera enfrentar el desabasto tanto para las ciudades como para las zonas rurales.

 

·       Limitación de residuos inorgánicos: Como se especificó líneas arriba, la eliminación de fertilizantes y pesticidas conseguiría que se fabriquen menos de ellos y se reduzcan, a la par, los desechos generados por tales productos.

 


·       Mayor vida al suelo: Al atender las necesidades que requiere la tierra para ser cultivada y enmendar los errores cometidos, el suelo irá sanando, por lo que la fertilidad será notoria en más hectáreas.

 

·       Potenciación de la biodiversidad: Con relación a lo anterior, a raíz de un sistema responsable de cultivo, con el tiempo, se presentarán polinizadores que aumentarán la biodiversidad.

 

·       Abasto social: La problemática de la sobreproducción provocó la duda de que cada vez iba a ser más complicado traer la misma cantidad de alimentos con la misma cantidad de recursos. Con estas tácticas de cultivo responsable, se espera dar abasto a una sociedad creciente.  

 

·       Especialización agrícola: Como se mencionó anteriormente, la agricultura regenerativa requiere de las habilidades de agricultores, pero, también, de nuevas propuestas e invenciones tecnológicas que faciliten y optimicen los recursos, con lo que se pronostica un mayor desarrollo e interés en este sector en los futuros años.

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